La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció hoy que pedirá al Mercosur y a la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) evaluar acciones debido a que existe un "golpe en marcha en Brasil".
"Esta en marcha un golpe en Brasil, entonces a mi me gustaría que la Unasur y el Mercosur miraran este proceso", dijo Rousseff a periodistas brasileños en Nueva York, luego de denunciar ante la ONU que existe el riesgo de un "retroceso" en la democracia a raíz del juicio político que busca su destitución del cargo por parte del Congreso.
Al ser consultada sobre si su intención es que Brasil, en caso de que se concrete su destitución, sea sancionado dentro del Mercosur como una suspensión, respondió: "No, la cláusula democrática implica una evaluación del asunto. Nosotros siempre hacemos el análisis de las situaciones".
El Mercosur suspendió en 2012 por un año a Paraguay luego de que el entonces presidente Fernando Lugo fuera destituido por un juicio político de la oposición en el Congreso que fue animado por su vicepresidente, Federico Franco.
La mandataria insistió en que la ruptura institucional busca ser cometida a través de supuestos delitos dentro del presupuesto apuntados por la acusación de la Cámara de Diputados y defendió su campaña internacional para denunciar un golpe y al vicepresidente Michel Temer.
"Estoy intrigada porque hay gente con miedo absurdo cuando hablamos de golpe. Eso es subestimar la conciencia de la gente dentro y fuera de Brasil. Creo que están con miedo de ser tachados de golpistas. Pero tienen miedo justamente de eso. Porque son golpistas", dijo la mandataria.
El Senado instalará el próximo lunes el inicio de los trabajos de la comisión de juicio político, que deberá entregar al plenario un informe -entre el 11 y el 18 de mayo- para que el plenario de los 81 senadores vote sobre el juicio político.
Si la mayoría simple lo hace, Rousseff será apartada del cargo por seis meses y Temer, quien rompió con el gobierno hace tres semanas, asumirá en forma interina, con plenos poderes en el Poder Ejecutivo.
El Senado deberá, luego, juzgar el retorno de Rousseff, con una votación que necesita de dos tercios para destituirla definitivamente de la presidencia.
En este marco, Temer dijo que decidió dar entrevistas por la "descalificación" que recibió por parte de Rousseff esta semana durante una rueda de prensa para los corresponsales internacionales en Brasilia, señaló que "escucha" personas, como economistas, intelectuales y líderes políticos, pero negó que esté preparando un eventual Gobierno en caso de asumir el comando del país si se destituye a Rousseff.
"Naturalmente, estoy siendo buscado por mucha gente, estoy oyendo mucha gente, pero solo oyendo, nada más que escuchando", declaró Temer a periodistas, después de reiterar que espera "silenciosa y respetuosamente" la decisión que está en manos del Senado sobre un eventual juicio contra la mandataria.