La Cámara de Diputado de Brasil aprobó anoche la continuidad del proceso para enjuiciar a la presidenta Dilma Rousseff. Ahora el trámite pasó a la Cámara de Senadores, que tiene diez días para emitir dictamen al respecto. (Ver: Diputados aprobó el impeachment contra Dilma Rousseff)
Ese dictamen debe ser sometido a votación por el plenario del Senado, donde se necesita mayoría simple (al menos 41 votos sobre 81 legisladores totales) para que se abra el juicio.
Si en esa votación -para la cual no hay plazo establecido- el Senado ratificara el juicio político, Rousseff debe dejar el cargo inmediatamente y por un término máximo de 180 días, durante los cuales será juzgada.
En ese ínterin, el Poder Ejecutivo debe quedar a cargo del vice presidente Michel Temer.
En la votación final, en la que se decidiría si Rousseff es condenada o absuelta, el Senado estará presidido por el titular del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), Ricardo Lewandowski.
En esa votación, para que la mandataria sea condenada -y, por lo tanto, destituida- serán necesarios los votos de al menos dos tercios (54) de los senadores.
Si Rousseff fuera condenada, la destitución será inmediata y ella no podría aspirar a un cargo electivo durante ocho años. En tanto, Temer completará el mandato hasta el 31 de diciembre de 2018.
En cambio, si Rousseff fuera absuelta, reasumirá el cargo sin demora y será ella quien complete el mandato.