En su discurso de Pascua, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco hizo hincapié en la búsqueda de diálogo entre el pueblo venezolano, en el problema humanitario de los inmigrantes, cómo así también en el conflicto entre Israel-Palestina y en el cambio climático.
"Que su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos", pidió el Obispo de Roma.
En su mensaje pascual, Francisco insistió con su preocupación por los emigrados de África y aseguró que "son una muchedumbre cada vez más grande de emigrantes y refugiados, incluyendo muchos niños, que huyen de la guerra, el hambre, la pobreza y la injusticia social".
"Que la cita de la próxima Cumbre Mundial Humanitaria no deje de poner en el centro a la persona humana, con su dignidad, y desarrollar políticas capaces de asistir y proteger a las víctimas de conflictos y otras situaciones de emergencia, especialmente a los más vulnerables y los que son perseguidos por motivos étnicos y religiosos", demandó el santo padre.
Además, el Papa pidió "que la imagen del hombre nuevo, que resplandece en el rostro de Cristo, fomente la convivencia entre israelíes y palestinos en Tierra Santa, así como la disponibilidad paciente y el compromiso cotidiano de trabajar en la construcción de los cimientos de una paz justa y duradera a través de negociaciones directas y sinceras".
El eje ambiental, recurrente en los discursos del Pontífice tras la publicación en 2015 de la encíclica Laudato Si', también estuvo presente cuando Francisco pidió que "en este día tan glorioso, goce también la tierra, inundada de tanta claridad, aunque sea tan maltratada y vilipendiada por una explotación ávida de ganancias, que altera el equilibrio de la naturaleza".
Fuente: Télam