Dilma Rousseff se expresó esta tarde en público tras la aprobación por parte de Diputados del impeachment para impulsar el juicio político contra su persona, que en caso de lograr el acuerdo en el Senado lograría su apartamiento del cargo presidencial.
"Es extraño que el vicepresidente conspire abiertamente. La sociedad no quiere a los traidores, esto no ocurre en ninguna democracia del mundo", dijo en alusión al vicepresidente Michel Temer, el primero en la línea de sucesión en caso de que Rousseff tenga que apartarse de su mandato.
"Me enfrento a un golpe de Estado. Cada uno de nosotros sabe de la injusticia y del dolor que uno siente cuando hay un evento similar", dijo.
Advirtió también que este período que atraviesa brasil está siendo observado por todo el mundo y por la historia, y aseguró tener la "fortaleza suficiente para enfrentar esta injusticia y esta tristeza". "Tengo valentía, no me voy a paralizar, voy a seguir luchando como lo he hecho durante toda mi vida", resaltó.
Dilma hizo alusión a su detención durante la dictadura militar de Brasil, donde fue torturada y estuvo privada de su libertad durante tres años por su militancia política. "Comencé con la lucha cuando era muy difícil, cuando había una dictadura abierta y se torturaba físicamente a las personas y se mataba".
Y agregó: "Ahora vivimos en democracia. Mis sueños son torturados en este momento, y también mis derehcos. Pero no van a matar la esperanza en mi. Porque se que es la democracia es el modo correcto en la historia. Mi país me ha enseñado esto".
Subrayó que seguirá luchando y defenderá al pueblo brasileño en el Senado, "en contra de lo que se ha anunciado". "No ha comenzado el final. Es solamente el principio de la lucha. Una lucha que va a ser muy larga y democrática", advirtió.