Al menos 11 personas murieron y unas 475 resultaron heridas en el sur de Taiwán por un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter, informó hoy el Servicio Nacional de Emergencias que todavía busca a decenas de personas que permanecen atrapadas entre los escombros.
La mayoría de las víctimas fatales y desaparecidos estaban en el edificio de 17 plantas Weiguan Jinlong, el más afectado entre los 14 derrumbados o seriamente dañados en la localidad de Tainan, localidad más golpeada por el sismo.
En el lugar del siniestro se alternan las escenas de alegría, como la de una mujer que presenció el rescate de su esposo, con las de angustia, como el caso de una madre que no sabía nada de sus dos hijos, graficó la agencia EFE.
"Si no les sacan, yo voy por ellos", dijo la madre a gritos, según imágenes que emitió la televisión local CTI.
Un padre de familia, apellidado Hu, recuperó las esperanzas de volver a ver a sus hijos cuando los bomberos rescataron al gato de la casa y, efectivamente, poco después fueron sacados con vida sus dos pequeños.
El panorama en Tainan es devastador, con edificios derrumbados, otros con plantas derruidas y algunos inclinados y dañados en sus cimientos, en medio de fugas de gas e interrupción de la electricidad en la zona.
El terremoto dejó 168.000 hogares sin suministro de electricidad y 40.000 sin agua, y una estación de servicio ubicada frente a un edificio inestable fue evacuada y vaciada de combustible, ante el peligro de derrumbe.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y el primer ministro, Chang San-cheng, se trasladaron a Tainan para seguir de cerca las operaciones de rescate, y dar sus condolencias y mensajes de solidaridad a los damnificados.
Los sismólogos taiwaneses advirtieron de que aún se esperan otros seísmos de más de seis grados en la isla asiática este año, sin descartar que esto ocurra en las próximas semanas.