El presidente interino de Brasil, Michel Temer, refutó a la suspendida mandataria Dilma Rousseff y negó haber llegado al poder por un golpe de estado, al mismo tiempo que lanzó un paquete de medidas económicas para recortar el gasto público y a aumentar la participación privada en la explotación petrolera.
El programa apunta también a desinflar al Banco Económico de Desarrollo Social (BNDES, de fomento) para que abastezca al Tesoro Nacional y a buscar la "meritocracia" en las empresas públicas.
El mandatario interino intentó mostrar fuerza política un día después del primer escándalo de su gestión, surgido por la divulgación de escuchas telefónicas, y recordó que no es un político débil sino que tuvo, durante su carrera, que "lidar con delincuentes", al recordar su su gestión como secretario de Seguridad de Sao Paulo.
Temer delineó un plan económico luego del escándalo generado por la salida del cargo, el lunes, del ministro de Planificación, Romero Jucá, quien en un audio dijo que hubo un pacto para buscar el impachment a la jefa del Estado y así luchar contra las investigaciones anticorrupción de la operación Lava Jato, vinculada a contratos de la estatal Petrobras.
"Quiero refutar a quienes todo el tiempo dicen que en Brasil hubo una ruptura constitucional, porque eso no es cierto, porque yo soy producto de la Constitución", declaró al iniciar el pronunciamiento en el Palacio del Planalto, al negar la existencia de un golpe y refutar las denuncias de Rousseff y de quienes se opusieron al juicio político.
Por el contrario, sostuvo que con sus ministros ha comenzado a "reinstitucionalizar al país" y que lo hará en cooperación estrecha con el Congreso, en lo que definió como un "semiparlamentarismo".
"Estamos presentando medidas iniciales" para ajustar el gasto público y permitir una recuperación en el medio plazo, afirmó Temer, quien subrayó la importancia de que el nuevo modelo ecónomico "traiga a la iniciativa privada para colaborar con el país".
Además de impulsar la reforma previsional para aumentar a 65 años la edad jubilatoria femenina y bregar por la "pacificación nacional", Temer hizo anuncios concretos, como su intención de controlar el déficit unos 48.000 millones de dólares que proyecta para 2016 con la devolución de préstamos que el Tesoro le dio en 09 a 2014, en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y el primero de Rousseff, al BNDES como parte de las medidas anticíclicas.
El BNDES le tendrá que devolver, según Temer, unos 35.000 millones de dólares al Tesoro para enfrentar el déficit fiscal, siempre y cuando "exista evaluación jurídica" que permita este mecanismo.
Otro desmonte del mecanismo de incentivos de los gobiernos del Partido de los Trabajadores será el cese del Fondo Soberano, creado en el gobierno de Lula para recaudar las regalías petrolera y mantenerlo como fuente de ataques a golpes especulativos contra el real, que actualmente tiene unos 2.000 millones de reales (unos 560 millones de dólares).
"Esto se hizo a ejemplo de Noruega para recaudar fondos petroleros pero está medio paralizado", argumentó Temer.
En uno de los proyectos a ser enviados al Congreso, donde dominan los 11 partidos que se alinearon detrás del gobierno de Temer, está uno perteneciente al programa de campaña del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del canciller José Serra: nuevos criterios de gobernanza en las empresas estatales.
Según la operación Lava Jato, el Partido Progresista, el PMDB de Temer y el PT -en ese orden de volumen de ilícitos- se repartieron puestos en el directorio de Petrobras para sobrefacturar obras a cambio de sobornos y donaciones legales a campañas electorales.
Según Temer, "el proyecto apunta a incluir rígidos criterios para el nombramiento de directores de fondos de pensión y de las empresas estatales, un regla técnicamente correcta porque la meritocracia estará funcionando".
Otro punto es el envío al Congreso del proyecto para ponerle un techo a los gastos públicos. Además, apoyó el proyecto de ley presentado por el entonces senador Serra el año pasado para eliminar la obligatoriedad de Petrobras en la explotación de los megacampos petroleros submarinos, el llamado pre sal, lo cual también cambia radicalmente la visión de la petrolera estatal respecto del PT.
"Convengamos que Petrobras es una empresa que tiene que pautarse por los criterios de su interés y como si fuera casi un emprendimiento privado", sostuvo.
Mientras Temer ofrecía su primer discurso con las líneas económicas de su gestión para "acelerar el crecimiento y luchar contra el desempleo", vecinos de su casa en el barrio de Alto de Pinheiros, en Sao Paulo, protestaron contra el mandatario, a quien llamaron "golpista".
Teme evitó comentar el escándalo con Jucá, quien ayer lunes dejó el cargo después de un polémico audio revelado por el diario Folha de Sao Paulo en el que conversa con el ex senador Sergio Machado, quien fue del PSDB y del PMDB.
Machado, como parte de un acuerdo para delatar a políticos envueltos en casos de corrupción, grabó al suspendido ministro de Planificación.
Temer declaró que "la ética en la política es fundamental" y que "es lo que la gente pidió en las calles", en las multitudinarias manifestaciones opositoras previas a la suspensión de Rousseff.
Fuente: Télam