La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, condenó las escuchas telefónicas con autorización judicial de las que fueron objeto ella y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió que los golpes de Estado comienzan con ese tipo de prácticas "ilegales" y aseguró que el diálogo que mantuvo con su antecesor en esa escucha fue "absolutamente republicano". (Ver: Juez suspende asunción de Lula minutos después del juramento)
"Convulsionar a la sociedad brasileña a base de mentiras, de métodos inadecuados y de prácticas criticables viola principios y garantías constitucionales, viola derechos de los ciudadanos y abre precedentes gravísimos. Los golpes comienzan así", advirtió la mandataria en declaraciones que reprodujo la agencia alemana DPA.
Rousseff hizo esas declaraciones durante la ceremonia de investidura de Lula como ministro jefe de Gabinete. Sin embargo, el recurso judicial de un juez de Brasilia anuló minutos después, provisionalmente, la asunción del ex presidente.
La mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) se refiere en su crítica a un audio divulgado anoche por el juez federal Sérgio Moro sobre una conversación suya con Lula. La conversación sugiere que la designación de Lula como ministro, lo que le confiere el privilegio de los fueros (un privilegio que permite que sólo pueda ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal), tuvo por objeto evitar su arresto.
"Estamos evaluando las condiciones de esta interceptación que involucra a la Presidencia de la República. Queremos saber quién la autorizó, por qué la autorizó y por qué fue divulgada, porque no contenía nada que pueda levantar cualquier sospecha", expresó la presidenta en un discurso que luego publicó en su cuenta de Facebook bajo el título "Diálogo Republicano".
"Las investigaciones basadas en escuchas ilegales no favorecen a la democracia". "Cuando eso sucede, queda en evidencia el intento de sobrepasar el límite del Estado democrático de derecho, de cruzar la frontera que es tan preciada para nosotros que la construimos: la frontera con el estado de excepción", enfatizó. "Estamos ante un hecho grave: una agresión a la ciudadanía, a la democracia y a nuestra Constitución", subrayó.
Lula fue denunciado penalmente y pende sobre él un pedido de arresto preventivo, por presuntos delitos cometidos en el marco de la trama de corrupción que operó en la estatal Petrobras. Dichas acciones estaban en manos de Moro, quien encabeza los procesos vinculados al caso Petrobras.
Al ser investido ministro, esos procesos solo podrán ser juzgados en el Supremo Tribunal Federal, la más alta corte del país. De ahí las suspicacias respecto a la investidura del ex dirigente sindical, que despertaron la indignación popular. Desde la noche del miércoles se suceden manifestaciones en contra de Rousseff y Lula.
En el audio, Rousseff le dice al mandatario que le está enviando el "término de posesión", documento que oficializa su investidura. Para usarlo "sólo en caso de que lo necesitemos".
La Policía Federal interpretó que sería una forma de blindar a Lula como aforado antes de que jurara como ministro, en la mañana de hoy, y así evitar que Moro decretara su prisión.
El Gobierno, por su parte, alega que el pedido era para que Lula firmara el documento, que no estaba firmado aún por Rousseff, porque cabía la posibilidad de que no asistiera a la ceremonia de investidura ante los problemas de salud de su esposa.
"Pese al tenor absolutamente republicano de diálogo que yo tuve ayer con el ex presidente Lula, ese fue publicado con una interpretación desvirtuada. Cambiaron los tiempos de verbo, cambiaron “la gente”, por “el”, y ocultaron que lo que nosotros fuimos a buscar era esta firma de él . Pero no tenía mi firma y por lo tanto, esto no es posible", señaló la presidenta.
Fuente: Télam