El papa Francisco recibió hoy al presidente de Irán, Hasan Rohani, en un histórico encuentro en el Vaticano en el que le dijo que espera "por la paz", 17 años después de la última visita de un mandatario iraní a la Santa Sede y en momentos en que arrecian las guerras en Medio Oriente.
"Le agradezco tanto por su visita, y espero por la paz", le dijo el Sumo Pontífice a Rohani, en una aparente alusión a los temas que ambos abordaron poco antes durante un encuentro privado de 40 minutos que mantuvieron en la biblioteca del Palacio Apostólico.
La visita llega días antes del inicio de conversaciones de paz en Ginebra para tratar de poner fin a la guerra en Siria, un conflicto que en casi seis años ya dejó más de 250.000 muertos y 11 millones de refugiados o desplazados y por cuya solución ha abogado el Papa en numerosas ocasiones.
Las conversaciones serán las más ambiciosas y amplias hasta ahora, y de ellas participarán delegados del gobierno y la oposición siria y todos los países que intervienen en el conflicto o que tienen capacidad de influencia sobre las partes, incluyendo a Irán, un aliado de Damasco, y Arabia Saudita, rival de Teherán.
Además de en Siria, Irán y Arabia Saudita también apoyan a los bandos enfrentados en Yemen, donde miles de personas han muerto desde marzo del año pasado en una campaña de bombardeos sauditas contra rebeldes chiitas respaldados políticamente por Teherán.
Las tensiones entre Irán y Arabia Saudita se agravaron al máximo el mes pasado cuando Riad rompió relaciones con Teherán luego de que una multitud atacara la embajada saudita en la capital iraní en protesta por la ejecución de un clérigo chiita popular en Irán, generando temores a una guerra entre ambos países.
En medio de lo que el nuncio apostólico en Irán, Leo Boccardi, definió hoy como una "nueva atmósfera", la visita de Rohani fue la primera de un presidente iraní al Vaticano desde que en 1999 el reformista Mohamed Jatami se reunió con el entonces pontífice Juan Pablo II,
El presidente iraní llegó al Vaticano con una comitiva de 12 personas, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, con una sola mujer, que ofició de traductora.
Después de la audiencia con el Papa, Rohani le regaló al Santo Padre una alfombra persa hecha a mano en la ciudad santa de Qom, conocida como el "Vaticano iraní", y un libro de pintura iraní.
El Papa respondió con una medalla que representa a San Martín de Tours, "que se quita su abrigo para cubrir un pobre, un signo de la fraternidad libre", según explicó, y además le entregó al iraní copias en inglés y en árabe de su última encíclica, Laudado Si', ya que no hay ninguna versión escrita en persa.
Al despedirse, el presidente iraní pidió al Papa que rezara por él, y le informó que la visita al Vaticano había sido "un verdadero placer" y le deseó "un buen trabajo"
La imponente delegación iraní había entrado al Vaticano minutos antes de las 11 de Roma, en medio de una caravana de 26 autos que había obligado a cortar totalmente el tránsito en la Via della Conciliazione, que desemboca en la Plaza San Pedro.
La audiencia del papa con Rohani estaba prevista dentro de la gira europea que había organizado el presidente del país asiático para noviembre y que debió suspender tras los atentados de París.
Antes de ver al Santo Padre, Rohani había resaltado el espíritu del Corán que enseña "la cultura de la tolerancia" y que "hay que preservar la iglesia, la sinagoga y la mezquita, una al lado de la otra", durante su intervención en un foro económico bilateral que se celebra en Roma.
Rohani llegó ayer a Italia y mantuvo entrevistas con el presidente del Consejo de Ministros, Matteo Renzi, y con su par Sergio Mattarela.
Se trata del primer viaje al exterior del mandatario tras la entrada en vigencia el 16 de enero último del acuerdo sobre el programa nuclear con las potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) y el fin de las sanciones económicas impuestas al país persa.
Esto desató una carrera entre las principales trasnacionales del mundo por cerrar contratos con Teherán y reanudar los negocios y la actividad en Irán, una potencia petrolera con un mercado interno de 77 millones de personas pero con su economía necesitada de inversión y modernización tras años de penalidades.
Ayer, en el primer día de su visita, Rohani firmó 14 acuerdos comerciales por cerca de 17.000 millones de dólares, según las estimaciones de la prensa italiana.
De hecho, el líder persa anunció esta mañana en su cuenta de Twitter una visita de Renzi a Teherán "en los próximos meses" para profundizar los lazos económicos bilaterales.
Al hablar hoy ante el foro económico en Roma, Rohani dijo que su país "es una economía emergente", que está preparada "para acoger inversión extranjera" y que supone una oportunidad de negocio que no debe ser visto como un mercado único sino como el acceso a otros mercados en Medio Oriente.
"Si queremos combatir el extremismo en el mundo y luchar contra el terrorismo, uno de los caminos es el desarrollo y la ocupación, porque la falta de desarrollo crea fuerzas para el terrorismo, el desempleo crea soldados para los terroristas", agregó.
También hoy en Italia, y con motivo de la visita de Rohani, el canciller italiano, Paolo Gentiloni, y su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, conversaron sobre la crisis en Medio Oriente, la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas, y la defensa de los derechos humanos, informó la Cancillería italiana.
Luego de su paso por Italia, Rohani viajará mañana a Francia, donde tiene previstas reuniones con el presidente francés, Francois Hollande, otros representantes del gobierno y la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Entre los encuentros oficiales en el país galo, el mandatario iraní se reunirá con potenciales inversores, empresarios y representantes de industrias: entre ellas, la petrolera ENI, la automotriz Peugeot, y el consorcio Airbus, con las que el líder iraní espera cerrar la compra de aeronaves para renovar la flota de su país.
Fuente: Infonews